viernes, 4 de mayo de 2012

No hay trabajo malo, lo malo es tener que trabajar

El Chavo del Ocho es una de las series más entrañables que podrá existir. Sus personajes son una fuente inacabable de filosofías de vida y modos de vernos a nosotros mismos y a la sociedad en su conjunto. Dentro de los personajes más entrañables, a mi parecer, está Don Ramón o Monchito; interpretado magistralmente por Ramón Valdez. Don Ramón era muchas veces héroe y antítesis. No trabajaba, pero era quién más se conmovía de la pobreza del Chavo (siendo un poco menos pobre que este último), pero también lo agarraba a coscorrones – y podría seguir enumerando figuras harto conocidas, aunque me alejaría del tema en cuestión.
Don Ramón un icono para el análisis social
Este personaje fue un mil oficios (boxeador, ropavejero, barbero, vendedor de churros, de periódicos, pintor, albañil, y un largo etcétera) Su frase “No hay trabajo malo, lo malo es tener que trabajar” quizá encierre más significados que el solo pensar que era un flojo. Pensemos en el lugar donde nos gustaría trabajar, imaginemos que características físicas, de trato entre jefes y empleados debería tener. Ahora levante su vista y fíjese si se halla en un lugar idéntico al que imagino, quizá muy parecido, ¿algo parecido?, o por el contrario es más parecido a su peor pesadilla laboral.
Great Place to Work es una empresa de investigación, asesoría y capacitación laboral. Ellos publicaron una lista de los mejores lugares para trabajar en Perú. Esta preocupación no es solo de esta empresa. Otras también están invirtiendo tiempo (y dinero) en la investigación de aquellos motivadores e inhibidores que hacen que los empleados sean creativos, leales y productivos.
En muchas partes del mundo, y también en nuestro país, muchas empresas han tomado en serio el brindar un espacio donde los trabajadores (que muchas veces trabajan más de ocho horas diarias) se sientan cómodos, escuchados y valorados. Algunas acciones muy puntuales llevan a que estas personas sean defensores del lugar donde trabajan (los famosos “camiseta”), otorguen ese extra que fascina a todo empleador y que si les ofrecen más dinero pues consideren que si bien no ganarán tanto como con la otra propuesta, la empresa donde trabajan les ofrece mucho más como un ambiente agradable, capacitaciones, flexibilidad, buen trato, apoyo a las iniciativas, etc.
Inés Temple, una de las profesionales que más ha trabajado el tema laboral, en su blog Administra tu carrera y tu marca personal. En este espacio desarrolló el tema de los mitos y realidades sobre la movilidad laboral. Los mitos uno, seis, siete y ocho abordan esta perspectiva haciendo énfasis en la importancia de la capacitación, de cambiar mentalidades (no conformarse) y no todo es dinero en una oferta laboral (aunque es importante). Es decir cuide a su personal, no todo es dinero, escúchelo, valórelo, sea flexible; trátelo como quisiera que lo traten a usted.
100% recomendado. Inés temple es una de las profesionales que más trabaja el tema laboral tanto desde la óptica del empresario como del empleado.
Pues regresando a “Monchito” quizá su frase encierra un sueño, una visión a lo Star Trek en donde las personas no trabajan por dinero; sino en aquello donde se sentían cómodas, en lo que les produzca placer. El trabajo nos engrandece y dignifica. Quizá lo malo es tener que trabajar en un lugar que no nos satisface. Como dicen “Hay que trabajar para vivir y no vivir para trabajar”, y menos cuando este sitio nos convierte en personas infelices. Tal vez escuchando, siendo empático, mirando (en vez de juzgar) pueda lograr cambios; siempre queda pedir asesoría profesional, porque la fuga de sus talentos no siempre se debe a que les ofrecen más dinero.
Vida larga y prosperidad….y no les doy otra nomás porque hay que guardar material para otro post.