viernes, 23 de noviembre de 2012

¿Qué es ser hombre?


El pasado lunes 19 de noviembre se celebró el Día Internacional del Hombre. No creo que debería existir un día en específico para pensar sobre una realidad. No obstante, aprovechemos para poner algunos temas en la mesa de diálogo; partiendo de la primera y quizá obvia pregunta: ¿Qué es ser hombre hoy en día?
Para algunos la pregunta se centra en los cánones con los cuales muchos de nosotros hemos crecido: ser un proveedor. Solo bastaba un buen trabajo y te convertías automáticamente en un “gran partido”. A ello le sumamos ciertas pautas de comportamiento como: voz gruesa, cuerpo musculoso, tener éxito con las mujeres (incluso ser mujeriego era “bien visto”), etc. Eso era “la esencia del macho”.
¿Quién define cómo debe ser “la esencia del hombre”?
Sin embargo, la primera mirada puede estar cargada de estereotipos (de hecho lo está) y aborda un tema importante. Muchos hombres y mujeres consideraban (y aún consideran) que esas deben ser las características que definen a un hombre. No obstante, como me decía un amigo: “Las mujeres han cambiado, no te necesitan económicamente, compiten a nivel laboral, si quieren adoptan un hijo o usan inseminación artificial; entonces… ¿ya no nos necesitan?
La broma deja abierta una pregunta interesante. Muchas mujeres han empezado a pedir y/o exigir a sus parejas nuevos comportamientos: Descartando los antiguos o incluyendo nuevos.  Si esto no sucede, ellas cortan con el hombre en cuestión.
Muchos hombres quedan con desconcierto. No comprenden la razón por la cual si han sido educados con ciertos patrones se les exige otros comportamientos. Eso quizá sea el inicio de conductas violentas expresadas contra el género y de femicidios.
La violencia se aprende. Y a los varones se le “exige” mostrar violencia.
Preguntar sobre quiénes son los que emiten los mensajes de violencia sería larguísimo. Medios de comunicación, sociedad, escuela, etc. En este caso solo deseo enfocarme en la publicidad. Hay muchos casos sobre cómo la publicidad ofrece una imagen estereotipada de las personas, y se aprovecha de ello, emite un mensaje sobre esa base (que es más fácil) y perenniza los mismos.
Mencionar las marcas que trabajan sobre esta línea y los estereotipos que usan sería largo, extenuante y hasta diría deprimente. En el último post se ha trabajado sobre el tema, y ha sido una constante en este espacio. Marcas como Axe, Brahma, John Holden, entre muchas otras serían ejemplos de esta línea de imagen.
Se nos ha hecho creer que no tenemos miradas comunes. La publicidad ha usado esas ideas para impulsar campañas muy entretenidas, fastuosas, pero, volvemos al punto, no nos permiten tener nuevas miradas sobre lo que es ser hombre. Las cervezas Quilmes y Amstel Trabajan campañas sobre este tema, pero como que nos deja con la sensación que no se puede hacer nada: o nos peleamos para siempre o cedemos en todos nuestros “defectos”.
Sin embargo, hay marcas que apuestan por otra mirada de hombre, de padre o de pareja. Por ejemplo. Muchos padres han dejado atrás “la vergüenza” de jugar con ellas, acompañarlas a sus fiestas o simplemente disfrutar y dejarse ser con ellas. Así mismo, algunos hombres comprenden que sus parejas trabajan, se quedan en la oficina, pueden tener salidas y eso no es signo de “infidelidad”.
Un padre acompañando a su hija al baño, una imagen cada vez más frecuente y sin complejos.
Algunas parejas están aprendiendo a cambiar sus miradas de ellos mismos y sus actitudes hacia el otro/a.
Muy tierna, quizá muchos padres se sientan identificados.
Siempre quedará el debate si la publicidad puede o debe educar. Quizá la pregunta es si quiera y esté dispuesta a cambiar los patrones con los que miramos nuestro ser hombre aquí y ahora. En especial con lo que los niños y niñas construyen esa mirada y adolescentes y adultos terminan reforzándola. El tema es largo y como siempre nosotros podemos ir construyendo y exigir nuevos caminos.

martes, 13 de noviembre de 2012

Entre la intención y la acción: Errores en la publicidad social

El sábado pasado (10/11/2012) tuve la oportunidad de volver a participar como expositor en el curso de Desarrollo en la PUCP. Siempre tomo esta oportunidad con mucha emoción y responsabilidad pues considero que el intercambio de puntos de vista entre publicitarios y comunicadores para el desarrollo es vital para trabajar campañas potentes y correctamente enfocadas.
¿Qué se nos viene a la mente con la palabra macho?
Si alguna vez le ha dicho NO a un niño ¿Cuál fue el resultado obtenido? Probablemente termina haciendo lo que le prohibió verdad. Los niños no decodifican la negación, la enlazan con el objeto que es prohibido… “No te subas a la silla”; subirme a la silla- piensa.
Si pensamos en “macho” en el concepto de América Latina que tenemos. El viril, el mujeriego, el que no se queja, el que mete mano a la mujer. Ese suele ser el concepto que muchos varones y mujeres tienen de macho. Esta campaña no apela al “macho” apela al hombre “seguro”, pero teniendo como titular esa frase es probable que terminemos asociando la idea de macho al concepto antes referido y lo que haga es asentar y reafírmalo, en vez de cuestionarlo.
Los temas sociales suelen tener pocas oportunidades de ser expuestos. Quizá porque en esta vida de todo es bonito, ligero, risible; entrar con un mensaje que te pida cambiar, que rebele que tu mundo de ensueño no es tal, pues genera rechazo. Quiero revisar y analizar brevemente dos campañas.
Chile trabajó una polémica campaña denominada “por amor a las tetas”. El spot en mención buscaba que los hombres a quienes “nos gustan las tetas”, las cuidemos y convenzamos a nuestra pareja, amiga cariñosa, amante etc. a que se haga un examen de despistaje.

La polémica primera parte de la campaña chilena.
Cuando los publicitarios hacemos una campaña de chocolates para niños enganchamos a los niños (que van a pedir) y convencemos a los padres (que van a comprar) ¿Cuál es el razonamiento acá? Cuántas mujeres se pueden sentir cosificadas a un par de pechos grandes (La segunda campaña va más por esta línea) ¿Las mujeres con busto pequeño no sufren de cáncer de mama? ¿No estamos perennizando que el canon de belleza es mujer de senos grandes y que solo vale por ellos? ¿Cuántas mujeres terminarán haciéndose el examen gracias a esta campaña?
La teoría nos dice que es recomendable establecer cifras, trabajar con líderes de opinión que generen comentarios que ayuden a visibilizar el tema, y lo más importante respetar la sensibilidad para que las personas afectadas y sus allegados no banalicen el tema.
El siguiente caso responde a nuestra realidad local. El vídeo de Gerardo Privat sobre el cáncer. El vídeo aplica algunos de los postulados que hemos mencionado. Expone cifras sobre el cáncer, utiliza a un líder de opinión (discutible para algunos) como Privat es verdad sí lo hace. Sin embargo en último punto donde comienza la gran polémica.
“Llevo un Privat, joyas…lo tengo todo; también cáncer” sentencia polémica para las miles de personas que padecen cáncer y no están reflejadas en esta  “propuesta”.
Las críticas al spot desarrolladas por publicistas como Gustavo Rodríguez o Jorge Salmón, apuntan a cuán importante es la forma para trabajar una campaña social. En principio, y con exageración, se aprecia el logo de la marca Privat, proponen modelos aspiracionales (tener un Privat, joyas no es todo para muchos de los peruanos, pero se insinúa que debería serlo), los mensajes sobre las cifras de cáncer son opacados por la música fashión, la modelo posee una actuación desganada que no nos toca (pocas modelos son actrices, y eso no es culpa de la señorita sino de los realizadores) y por ende no nos convence de la veracidad de su mensaje. ¿Con qué nos quedamos?
Insisto puede que Privat, y cualquier otra persona, empresa, marca tengan las mejores, y reales intenciones, en poner un tema social sobre la palestra pública. Sin embargo, la idea es sumar, informar y sensibilizar acerca de una realidad poco conocida y difundida. Si no se trabaja con un enfoque informado, que atienda a la diversidad de la problemática, con atención a todos los públicos afectados; usualmente llegamos a campañas que generan polémica, rechazo, aversión y banalización y retroceder en lo avanzado.
Campaña Alemana sobre VIH. Reitera el estigma sobre los portadores. “También Son asesinos”