domingo, 31 de marzo de 2013

El aviso que faltaba: Publicidad que segrega


Recuerdo una sección en un diario que se llamaba “el detalle que faltaba”. Era una mirada burlona de la sociedad o de una noticia. Hoy, miro las gráficas, promociones, spots de reconocidas marcas; y trato de comprender las razones por las cuales una marca puede “permitir” que otro destruya su imagen.

Hace unas semanas Milton Vela desarrollaba el caso de Crisol. Una crisis que estalla por el poco cuidado que tienen los que manejan la marca al proponer una promoción por el Día Internacional de la Mujer; haciendo descuentos en libros de autoayuda y novelas románticas. El post en cuestión hacía énfasis en la importancia de reconocer los errores,  la importancia de mantener el diálogo y evitar estar en una red social sin tener en claro los objetivos.

Cuando la lección parecía aprendida, Swissotel sigue la misma línea de publicidad machista.
Días después, observamos un aviso en cuyos requisito para un puesto de trabajo pide personal de “tez clara”.  El tema estalla en redes no solo a la empresa en cuestión cuyo accionista (un congresista) pide disculpas. También afectó al diario donde salió publicado el aviso pues, al parecer, no le importo mucho el contenido discriminador. El diario (o la sección en específico) también tuvo que pedir disculpas.
El publicista Manuel Echegaray en su blog hace incidencia en cómo las instituciones de enseñanza “minimizan” este tipo de acciones.
Si creíamos que solo en nuestro país se cometían estos errores estamos muy equivocados. Ya en mi blog Signos Saludables había revisado el tema; teniendo en cuenta cómo la publicidad perpetúa modelos machistas que desvalorizan a la mujer,  e impide a los varones aprender modelos diferentes de su masculinidad, salvo honrosas excepciones.
Bella campaña que incluye a una marca comercial que logra conectar a los padres con esas “licencias” que se permiten.
Retomando ejemplos actuales una reconocida marca de autos tuvo que pedir disculpas públicas por el aviso que decía “deja tus preocupaciones atrás”. En uno de sus motivos usaba una caricatura del ex ministro italiano Silvio Berlusconi (acusado de múltiples delitos entre ellos relaciones sexuales con menores de edad) con unas mujeres atadas en la maletera.  
La agencia de publicidad WPP perteneciente a JWT pensó que su aviso sería trasgresor y recordado, pero no de manera negativa.
Muchas agencias utilizan la “trasgresión” como un recurso para lograr atraer mayor atención hacia su campaña y lograr un mayor rebote en los medios (Benetton quizá sea la más recordada) pero hay una línea muy delgada. Los otros avisos de la campaña tienen un corte similar, por lo que podría decirse que la marca hace “apología” a diversos delitos (pederastia y secuestro), promueve anti ejemplos (figuras polémicas y secuestrar para ganar), machismo (equipara a mujeres con objetos). Nuevamente la marca pide disculpas por los “errores” de su agencia.
Es importante enfocar el problema en dos aristas: No es la agencia la que aprueba una campaña. Esta propone y el cliente acepta. Ambos tienen culpa. La segunda, las instituciones educativas y agencias tienen una gran culpa. Si preguntamos cómo un publicitario puede ser tan insensible y no percatarse que su mensaje perpetúa modelos negativos, promueve delitos o estereotipos; pregunten cómo fue formado y por qué le siguen dando clientes.
En el artículo entre el poder y el deber: la publicidad y su rol en la formación de estereotipos de género. (Publicado en la revista indexada Correspondencia y Análisis Oct. 2012) sostengo que muchos publicitarios no consideran que sus avisos puedan ofender porque en su formación nunca recibieron una mirada más amplia, inclusiva y tolerante de la sociedad. Por ello, sus campañas son producto de cómo los formaron, cómo los insertaron en el mercado laboral y su trato con el cliente (qué también tiene culpa por aprobar este tipo de avisos).
A futuro son las instituciones que forman publicistas y las agencias que deberán reenfocar su mirada. Caso contrario, seguiremos teniendo este tipo de avisos y nuestra sociedad seguirá en los mismos estereotipos y conductas sublimados como bromas sin mirar un mejor futuro. Y en ello, la publicidad sí puede colaborar; siempre y cuando lo deseen sus miembros.

viernes, 8 de marzo de 2013

Hoy “también” se celebra el Día de la Mujer

Hoy se celebra el Día de la Mujer. Nuevamente se pone en la palestra cifras, data importante sobre los ataques por género que sufren muchas niñas, adolescentes y mujeres en Lima y el Perú.


La campaña de PROMSEX revela estas cifras. Saquen sus conclusiones.

Lo importante creo, no es solo mirar las cifras. Se debe entender porque surgen y cuáles son los caminos de acción para ir cambiando esta realidad. Año con año los políticos y diversas instituciones se suman a saludos y promesas que en realidad son solo para la foto de turno.

Si queremos empezar a trabajar de hacia un cambio, de verdad, debemos comprender que se deben abordar múltiples aristas que llevarán a acciones en el corto, mediano y, especialmente, largo plazo. Para ello, lo primero a cambiar es la educación. Si se promueve una educación que contemple la figura de género, en dónde se respete a la mujer en su calidad de ser humano con plenos derechos estaremos encaminándonos a una mejor realidad.

El círculo de violencia (Save the Children) nos recuerda que la primera fuente de estereotipos, estigmas, miedo, prejuicio y ejemplos es el hogar.
Un segundo punto es ir desapareciendo aquellas “ideas comunes” como por ejemplo: “Todas las mujeres se hacen las estrechas, pero en el fondo siempre quieren (tener relaciones sexuales)”, “No en realidad es Sí”, “bueno si no querías que te falte el respeto para que te vistes así”, “eres mujer  tú no entiendes”, “tu rol como mujer es soportar el maltrato del hombre”, “eres mujer, hazlo por tus hijos”.
Un personaje político terminó “validando” esta frase. Le parecía una broma. Así es como la justificamos y la seguimos ejerciendo.
La publicidad también contribuye con una mirada estereotipada al respecto. De este modo, ofrece modelos bipolares donde la mujer suele ser el objeto y el hombre un ejecutor. La justificación que muchos publicitarios suelen dar es “es normal”, “las mujeres no son mi público objetivo”, “es una broma”. Perpetuando así estos modelos porque el cliente lo pide, porque el jefe lo pide o, lo que es peor, cuando lo formaron como publicista nadie le enseño a mirar más allá ni a cuestionarse.

“Dime vaquero” censurable campaña de Doritos. “Lo divertido rólalo (compártelo)” ¿Qué era lo divertido? Un vídeo íntimo que sube un chico sin el consentimiento de su pareja (mujer)

El trabajo es largo y constante. En casa, colegio, calle, centro de estudios o de labores. Sin embargo, es importante integrar que no es un día de portarse bien; sino de ir dándonos cuenta, entender e ir modificando nuestras conductas. Como suelen decir a los pacientes que buscan salir de una adicción: “Hoy deja de tomar; y esfuérzate en no hacerlo ese día. Mañana haz lo mismo y verás los resultados”. Empecemos hoy y continuemos mañana. Cambiemos ideas en nuestros círculos cercanos y que vaya irradiando poco a poco. El poder de muchos, sumado, puede hacer maravillas.