viernes, 21 de octubre de 2011

Perreo positivo OMG (Oh my God): Nuevos roles adolescentes

Hace unos días tuve la oportunidad de mirar un informe del programa Enemigos Públicos acerca de las nuevas formas de diversión en adolescentes: Fiestas con reggeaton. En mi opinión el tema del ritmo en sí es parte del problema; quizá su parte más visible, pero no la más importante. El baile es un elemento liberador, catártico que expresa diversos sentimientos: alegría, ira, tristeza, libertad, sensualidad, etc.  
Todas las generaciones han tenido “sus bailes prohibidos” (El Mambo, el rock & roll, la Lambada, Axe, etc.)
El cine también lo ha utilizado a través de los musicales como Amor sin Barreras o películas temáticas como Footloose, Dirty Dancing e incluso es una de las bases del cine hindú actual. El asunto a mi entender está en los elementos alrededor de esta propuesta “diversión” que trastoca lo sensual en sexual.
No seas monse, sé positiva
Un informe del programa Panorama revelaba muchos detalles de esta “nueva” forma que tienen los adolescentes para buscar diversión: Cero presencia de adultos que los supervisen, escapar del horario de clase o mentir sobre una tarea/trabajo del colegio para asistir a estas fiestas, escuchar música hip hop o reggeaton, bailar rozando los genitales y la presencia de chicas positivas.
Pero ¿qué es una chica positiva? Según foros Perú se refiere a una adolescente que hace todo lo que ellos (los chicos) quieren: bailar toda la noche perreo y que esté dispuesta a divertirse sin límites, es decir, dejarse “agarrar” (besar), tocar, e incluso tener relaciones sexuales. Ellas asisten a los llamados “tonos pera” o a las “peras malogradas”. Según una entrevista propalada por radio Capital, en los primeros participan escolares de varios colegios y es con entrada (uno o dos soles) y la segunda es más privada en donde hay una alta probabilidad de que ellos tengan relaciones sexuales.
Según el informe de Panorama el ansia de ser popular forma parte de este círculo, entre más positiva, mejor.
Éste no es un fenómeno local. Haciendo una breve revisión por internet se observa que este fenómeno ser vive en muchos países de América Latina; incluso al interior de los colegios y a vista y paciencia de los adultos. En nuestro país todavía se realiza de forma clandestina; en locales alquilados para ello o en la casa de alguno de los chicos cuyos padres están de viaje o trabajan hasta tarde. ¿Qué motiva a un adolescente a participar en estas fiestas? Lo más básico es su deseo de destacar, de ser admirado/a, de tener reputación, de ser aceptado/a y parecerse a los modelos que este mismo género promueve: hombres jóvenes rodeados de chicas “objeto” mucho blink, blink (adornos de oro) y accesorios de marca como ropa o carros.
“Miguelito el heredero”. Desde niño se van promocionando estos modelos de aprendizaje.
Así mismo, según el informe de CEDRO Tonos pera y peras malogradas un estudio cualitativo con escolares, muchas de estas adolescentes sienten mucho apego por su grupo “son su familia, las escuchan, aconsejan y protegen”; el uso del alcohol las desinhibe, les permite ser “ellas mismas” por un tiempo, y luego regresan a la “normalidad”. El punto está en que ellos y ellas van estableciendo las funciones que deben tener en la sociedad: Ellos proveen el local y el alcohol; ellas se muestran lo más atractivas y divertidas. La idea, según el informe mencionado, es pasar un rato agradable, sin compromisos, sin consecuencias; pudiendo tener relaciones sexuales “de forma espontanea”.
El peligro no tiene cara de malo
Diversas organizaciones brindan información a las y los adolescentes sobre la prevención de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) así como el VIH. El informe de CEDRO nos refiere que sus actitudes y prácticas distan de este “prevenir y cuidarse”. Para los adolescentes el tema principal es dejarse llevar y vivir el momento. Si se intenta usar condón están “planificándolo”; haciendo que las chicas descarten tener relaciones, algo que ningún adolescente desea. Los adolescentes siguen “confiando en su buena suerte”; piensa que eso no les va a pasar. Sin embargo, las historias de mujeres y hombres que descubrieron tener VIH o una ITS tras una “noche loca” son más comunes de lo que pensamos.
El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés) lanzó la campaña "Edúcate" para prevenir comportamientos de riesgo.
Pensemos en los problemas que enfrentaran a futuro los adolescentes que serán los adultos de las próximas generaciones: embarazos no deseados, abortos clandestinos, mortalidad adolescente, ITS, VIH, deserción escolar, pocas opciones de educación superior, subempleo, bajos índices de cultura, repetición de patrones en sus hijos tenidos a edad temprana, etc. Ello ns debe hacer reflexionar sobre cómo abordar esta problemática.
Muchas aristas, pocas respuestas
Existen muchos campos que deben converger para tratar esta problemática. Por un lado el sector educación no puede hacer mucho pues los padres de estos adolescentes no responden a los llamados que hacen para conversar sobre la conducta de sus hijos; aduciendo que no tienen tiempo o que mandan al colegio a sus hijos para que los eduquen (evitarles problemas). Especialmente en las grandes unidades escolares de donde se refiere que vienen muchos de estos chicos y chicas (aunque no de forma exclusiva). De otro lado, hay que sumar que algunos adultos ingresan a este círculo de jóvenes a través de brindarles locales, licor o transporte (combis discotequeras) que puede llevar a otras situaciones como el trabajo sexual (especialmente en la modalidad de trueque, tengo sexo contigo a cambio de ropa de marca o similares – en el informe de CEDRO se deja a entrever estos casos).

Los medios matizan este problema como el “escándalo”, pero no muestran soluciones o lo hacen de una manera de juzgar la conducta del adolescente, de los padres o los maestros; no observan la situación en general porque el informe, y la atención al problema, dura lo mismo que el programa que lo emite. Así mismo se usan términos moralistas como “una manzana podrida corrompe a las otras”, como si la opción fuera sacar del colegio a quienes incurren en falta, y no se busca hablar de dialogo o cambios a mediano y largo plazo.

Más que acusar, hay que buscara soluciones integrales al problema.
Los adolescentes siguen burlándose del asunto, pensando que la preocupación es de adultos “viejos” que no los entienden, que les quieren meter miedo. Sus respuestas en los espacios virtuales pasan por risas y amenazas al que censura sus conductas. Ellos se vuelven más cautelosos y astutos para armar las fachadas de sus fiestas; no dicen el lugar sino hasta el último minuto, y para ello hacen uso de las redes sociales, mensajes de texto o llamarse por celular. Queda la interrogante para los padres: ¿Qué hacen nuestros hijos cuando no están en casa?

2 comentarios:

  1. Recién lo leí es bueno que se difunda esta información de manera completa acumulando varias fuentes y sobre la base de ello poder cambiar estos conceptos tan erróneossss.

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  2. Gracias por comentar. El punto es unir distintas perspectivas y tratar de establecer algunas acciones en los campos de educacion (especialmente sexual) y salud pues esta situacion puede traer cola mas adelante. Claro sin ningun tipo de cucfateria porque al hacerlo desvalorizamos el mensaje

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